El gobierno y las fuerzas armadas de Myanmar (Burma) han intensificado una limpieza étnica violenta contra el pueblo rohinyá a lo largo del año pasado. Huyendo de la violencia más de 700.000 personas rohinyá han tenido que abandonar sus hogares y pueblos. La crisis ha recibido una cobertura informativa considerable (empezando por artículos de la the BBC, the Guardian, Politico, Progressive Voice Myanmar, y Lion’s Roar) pero la crisis continúa. Hemos construido esta página para ofrecer datos e información a la gente sobre la crisis y apoyar a los refugiados rohinyá.

Sobre la crisis

El pueblo rohinyá es una minoría étnica indígena, de religión musulmana, que habita en el sur y sureste asiáticos, y está siendo perseguido con empeño, especialmente en el estado de Rakhine en Myanmar (Burma). A pesar de que lleva viviendo en la región desde hace más de 1.000 años, el gobierno de Myanmar considera al pueblo rohinyá como “emigrantes ilegales” y, por tanto, les niega la ciudadanía.

Las fuerzas armadas de Myanmar intensificaron la campaña de violencia y persecución contra las comunidades rohinyá en el estado de Rakhine a partir del otoño de 2017. Más de 700.000 rohinyá se vieron obligados a dejar sus hogares y muchos refugiados huyen a Bangladesh y la India.

Al dirigirse al Consejo de derechos humanos de las Naciones Unidas en Ginebra, el Alto Comisionado de la ONU para los derechos humanos,Zeid Ra’ad Al Hussein, informó, “La situación parece un ejemplo de libro de texto sobre la limpieza étnica”. Amnistía Internacional describió en un informe de octubre de 2017, la violencia como un delito contra la humanidad.

“Las fuerzas armadas han llevado a cabo una campaña de violencia de ha sido sistemática, organizada y sin piedad … las fuerzas armadas de Myanmar han dado muerte a cientos de mujeres, hombres y niños rohinyá, han violado a mujeres y niñas y han incendiado pueblos enteros sistemáticamente” (Amnistía Internacional, 18 de octubre de 2017)

La violencia extremada y sistemática es la última reiteración de la persecución que el gobierno de Myanmar ha emprendido contra el pueblo musulmán, que se ha intensificado en los últimos años pero se remonta al levantamiento militar durante el golpe de estado de 1962 en lo que entonces e llamaba Burma. Como suele ocurrir en la mayoría de los casos de violencia apoyada por el estado, se alienta activamente el extremismo violento actual y muchas instituciones públicas y estatales de Myanmar, incluidas las fuerzas armadas y los medios de comunicación, lo apoyan de forma pasiva.

Algunos dirigentes monásticos además de practicantes budistas laicos también proclaman que la violencia es necesaria para proteger y preservar el budismo como religión nacional del país. Aunque una minoría de los budistas de Myanmar ha alentado activamente la violencia, el Comité estatal de la sangha y otros dirigentes monásticos no han condenado la violencia.

Conflicto étnico en Myanmar

Es fundamental detener la violencia, no sólo para el pueblo rohinyá sino para las demás minorías étnicas de Myanmar. Hay 135 grupos étnicos reconocidos oficialmente por el gobierno además de otros grupos cuya existencia no reconoce el gobierno del país, entre los que figuran los rohinyá, y no son los únicos que se enfrentan a esos desafíos.

No se trata de un país en paz: hay muchos grupos pequeños armados, la mayoría con una bandera y luchadores que buscan la independencia o la autonomía. Aunque han pasado 51 años de independencia del gobierno británico, ningún gobierno ha alcanzado el éxito para conseguir un acuerdo de paz completo. Los kachin, shan, karen y otros también se han enfrentado al asesinato y a la tierra devastada durante décadas. Los rohinyá y otras minorías quieren lo mismo: si van a formar parte de un Myanmar multiétnico deben obtener seguridad y quedar libres de violencia, con derechos legales, justicia y plena ciudadanía.

Esfuerzos de paz y repatriación

El gobierno de Myanmar anunció en el invierno de 2017 su intención de repatriar a los refugiados rohinyá desplazados. Esta propuesta es un primer paso importante pero está por ver la sinceridad de la disposición gubernamental para apoyar la curación, la reconciliación y la repatriación mientras que cientos de miles de personas rohinyá sufren en el estado de Rakhine y en campos de refugiados bengalíes e indios, entre otros.

El Cuerpo de paz internacional e interreligioso (“ International Interfaith Peace Corps“) organizó en marzo de 2018 el viaje de una delegación de alto nivel a los campos de refugiados rohinyá en la frontera entre Bangladesh y Myanmar. En la delegación había dirigentes judíos, cristianos y budistas, además de médicos especializados y otros profesionales. Fueron invitados Hozan Alan Senauke, vice-abad del Centro zen de Berkeley e iniciador del “Proyecto budista humanitario”, y Richard Reoch, enviado personal del Sákyong de Shambhala y ex-presidente de la comunidad global de Shambhala, para representar al mundo budista. Durante esta visita el “Proyecto budista humanitario” lanzó un llamamiento internacional, exhortando a la comunidad budista global para que apoye a los refugiados rohinyás.

Apoyo a los refugiados

Hemos hecho un llamamiento por escrito a la sangha de Myanmar y a la Unión de Myanmar, exhortándoles a que condenen la violencia contra los rohinyá y pidiendo la reconciliación. Lea la carta y firme la cartaTenemos una lista de organizaciones que proporcionan ayuda directa a los refugiados rohinyá y le pedimos que make a donation. Los donativos aportan ayuda destacada y son un mensaje potente de solidaridad con el pueblo rohinyá.

Otras lecturas

Los siguientes artículos, casi todos en inglés, proporcionan más información sobre la crisis:

 


El “Proyecto budista humanitario” (Buddhist Humanitarian Project son las siglas en inglés) es una iniciativa del Proyecto de visión clara (“Clear View Project”), una organización no lucrativa [artículo 501(c)(3) del IRC], con base en Berkeley (California, EE.UU.). Conozca más detalles sobre la crisis rohinyá y el BHP aquí, o póngase en contacto con nosotros para más información. Entre aquí para leer nuestra política de privacidad (en inglés).